En uno de los artículos publicados con anterioridad acerca de José Maria Baquero Vidal, que presidía la fotografía que veremos un poco más adelante, recibida en su momento por el amigo Josep Alió Borràs, escribía lo siguiente:
Pero, ¿quién era realmente Baquero? En unas notas que he encontrado de Leonci Trullà Cabané, decía más o menos esto de Baquero:
"En el año 1860 había en Barcelona un profesor de piano llamado José María Baquero Domínguez. Había nacido en San Sebastián y hacía algunos años que vivía en nuestra ciudad. Siguiendo la costumbre de aquel tiempo, en que casi todo el mundo después de comer iba a pasar un rato en el café, Baquero frecuentaba el Café Nacional, que estaba situado en la Rambla del Centro, esquina a la Plaza del Teatro. En el año 1861 tuvo un hijo, que fue bautizado con el nombre de José María. Había nacido en la calle de las Carretes y su madre, de Barcelona, se llamaba Dolors Vidal i Ferran. Cuando éste tendría unos cuatro años, su padre lo llevaba los días de fiesta hasta el café. Allí, como en todos los cafés de Barcelona, –y supongo que en los de toda España- se jugaba al dominó, a las damas y un poco al ajedrez."
Este fue el piano de José María Baquero Domínguez...
(...que se conserva en Miramar) (*)
(Foto: Gentileza de Núria Avella i Guasch)
(*): Más adelante hablaré sobre Miramar.
Y lo que sigue es una prensa, adornada con partituras, que también se conserva en Miramar...
"El jovencito Baquero se fijaba en todos los que practicaban y, al poco tiempo, ya lo teníamos jugando a las damas. Eso sí, poniéndole un cojín en la silla para que pudiera llegar al tablero. En poco tiempo ya pasó a ganar a los más fuertes. Luego se fijó en los que jugaban al ajedrez… y ocurrió algo parecido. Criatura como era plantaba cara a los mayores, aunque la verdad es que allí no había ajedrecistas de nombre, más bien eran flojos. Pero un día se presentó en aquel lugar un italiano, Paolo Baraldi, jugador de fuerza extraordinaria, el cual, junto con el barcelonés Joan Carbó i Batlle –ambos jugadores podían considerarse en aquellos tiempos como lo mejor-, comenzaron a impartir enseñanzas al chiquillo. Baquero progresó con bastante rapidez y a los dieciséis años ya era considerado como el jugador más fuerte de Barcelona, a pesar de que entonces Barcelona ya disponía de fuertes jugadores. Hasta su muerte en 1905 nunca fue vencido en ningún match, ni nunca escondió la cara para enfrentarse a quién se le pusiera delante…"
En la siguiente imagen podemos ver a Vicente Martínez de Carvajal, unos años más tarde, actuando de juez en el Campeonato de Barcelona de 1913.
Campeonato de Barcelona 1913 - Sala Imperio
Imagen de todos los participantes y los dos jueces
De izquierda a derecha: Sivilla, Puig, Metzger,
Lafuente, Ardèvol, Reverter, González, Puntas,
Permanyer, Batlle, López y Valle
Sentados: Miró, Paluzíe, Martínez de Carvajal y Albin
(Foto: Archivo)
"… Este mismo año de 1891 regresa a Barcelona Vicente Martínez de Carvajal y Jiménez de Molina, después de haber residido muchos años en Cuba, lo que es aprovechado para que dispute un match en Barcelona, con objeto de sacar de la letargia, monótona y aburrida, a los jugadores catalanes. Se piensa enfrentarlo a Baquero, que entonces residía en Valls, ejerciendo de profesor de matemáticas en un colegio de allí. Y así, aprovechando que Baquero estaba de vacaciones, aceptó jugar. Venció Baquero: +9 -5. No hubo tablas. (Veamos unos comentarios aparecidos en la revista El Pablo Morphy Volumen I, Cuaderno I, de fecha 15/10/189, página 14, que resultan interesantes para entender cuál era la consideración que se respiraba sobre Baquero en aquellos tiempos. Una excelente revista mensual que dirigía Andrés Clemente Vázquez…)"
"…Parece ser que todas las partidas fueron publicadas en La Stratégie. A raíz de la victoria de Baquero quedó en pie la cuestión de si éste era mejor que Golmayo. Como premio, los aficionados le ofrecieron un banquete en el Hotel Buenos Aires, de Vallvidrera. Martínez de Carvajal también opinó y dijo que Baquero tenía facultades para enfrentarse y lucirse con los más grandes maestros. Una vez terminado el match, y antes de partir de Barcelona, Carvajal solicitó a Baquero jugar una última partida… Y esta vez ganó…"
Me puse en contacto con el amigo Dominique Thimognier en la esperanza de que me confirmara si fueron publicadas en La Stratégie. Y sí, se publicaron tres en 1891, de la pluma de Josep Tolosa i Carreras, y en las páginas 258 a 261. En las páginas 274 y 275 encuentro la siguiente nota…
Apareció otra nota en dicha revista. En la misma se solicitaba a Baquero el envío de una fotografía suya, además de las partidas de su match contra Carvajal. Quedaba claro que ya le consideraban Campeón de Catalunya. Ignoro si el envío se realizó, por cuanto por ningún lado pude encontrar entonces buenas fotografías de Baquero, con una sola excepción, que es la que recibí con posterioridad de Josep Alió, que luego veremos. Y es que, la mayoría de las veces resulta muy complicado y materialmente imposible, pese a hurgar en las mismas entrañas de la tierra -es un decir-, encontrar todo lo que uno desearía. Pero, a veces, esta insistencia conlleva alguna pequeña sorpresa, que se convierte en un pequeño tesoro, una reliquia, para todos aquellos que estamos interesados en recuperar un poco de lo mucho que se ha perdido. Esta era la nota…
Un colapso fue la causa de su fallecimiento en Madrid, a mediados del mes de enero de 1905 (20/1/1905), donde probablemente hubiera ganado unas oposiciones, sin haber podido tener las dos últimas satisfacciones, que eran el sueño de sus deseos: la Cátedra de Matemáticas y ganar el I Campeonato de Ajedrez de Catalunya (Permitidme que haga una inclusión, se trata de una mención a la certificación de su título en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona. Fue allí donde coincidió y trabó amistad con José Paluzíe y Lucena).
Se encontraba accidentalmente allí con motivo de dichas oposiciones a la citada Cátedra, que sin duda hubiera ganado, teniendo en cuenta los hondos conocimientos que había demostrado en la materia, toda vez que habiendo obtenido con lucimiento el título de Licenciado en Ciencias Exactas, se dedicó con entusiasmo y merecida reputación a la enseñanza privada, siendo profesor de Física y Matemáticas en acreditados colegios barceloneses.
El periódico Los Deportes se ocupó de incluir en su portada del 28/1/1905 la misma fotografía que me envió Josep Alió, (pero recientemente Mercè Palau i Baquero me ha enviado una fotografía del original del periódico que obra en poder de su hermano, Agustí Palau i Baquero (18/11/1933), de 87 años, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que vive en Girona y que fue Director de Vías y Obras de la Diputación de Girona y es la que antecede a estas líneas. En la imagen que sigue le vemos en su casa de Girona, con la Plaça de Catalunya y el río Oñar, al fondo)…
…mientras que en las páginas interiores podemos leer los sentidos artículos de Josep Tolosa i Carreras…
“Un hondo y sincero sentimiento de amargura a la par que tristísimo deber de compañerismo, me impulsa a borronear las presentes líneas, dirigidas a la buena memoria de un amigo y compañero mío en añejas aficiones, persona que fue considerada, con justísima razón, como principalidad entre los ajedrecistas españoles, particularmente entre aquellos que nos dedicamos, en Barcelona, al cultivo cotidiano de ese pacífico e interesante divertimiento llamado Juego del Ajedrez, divertimiento hacia el cual sintió el difunto Sr. Barquero predilección especial, y del cual llegó a ser eximio Adalid, el primero; sin duda alguna, entre todos los de nuestra tierra, según lo confiesan al unísono, así los que se agrupan al campo de los Tirios como quienes militan al de los Troyanos.”
“Baquero poseía en alto grado el denominado SENTIMIENTO DE LA POSICIÓN, es decir aquella facultad especial que debe tener el ajedrecista para conocer de momento, o de un modo intuitivo, si esa u otra jugada le hará perder ventaja sobre el juego contrario; una vez que él lograba dicha ventaja, la sostenía con tesón inteligente, convirtiéndola poco a poco, paso a paso, en agente potencial que anulaba o impedía, a la postre, los ataques o defensas ideadas por el adversario. Su juego se singularizaba por la mucha inventiva y buena precisión en las combinaciones y movimientos de las piezas; tal envidiable precisión era debida a que, al atisbar una buena jugada gananciosa, no la ejecutaba sin examinar detenidamente si había otra mejor o más contundente para el caso. Atacaba o se defendía oportunamente y era una especialidad para conocer la parte flaca del juego contrario; a ella dirigía con disimulo ingenioso sus tiros que daban generalmente en el mismísimo centro del blanco apuntado. La naturaleza le había dotado espléndidamente de aquella previsión y seguridad de cálculo que se requiere para antever y combinar determinado número múltiple de jugadas y, dado el caso de realizarse éstas, ver en imaginación cómo quedará la posición de las piezas sobre el Tablero para cerciorarse si la misma resultará ventajosa o desventajosa. Todo esto pueden afirmar quienes hayan visto jugar a Baquero y todo esto atestigua el examen analítico de sus partidas, algunas de ellas publicadas con entusiasta y merecido elogio, en Revistas nacionales y en muchas otras que ven la luz en el extranjero.”
“El brillante y victorioso MATCH de partidas que jugó contra el Sr. Carvajal, tuvo gran resonancia, tanto aquí como también más allá de las fronteras de España; tuve la honra de anotar algunas de dichas partidas que se estamparon en LA STRATÉGIE de París y que copiaron, publicándolas con especial alabanza, otras revistas de Europa y de América relativas a nuestro juego. Mantuvo también animadas e interesantes luchas contra dos sobresalientes adalides nacionales a quienes ganó, respectivamente y con general sorpresa, otorgándoles Peón y salida de ventaja; a propósito de eso creo que está en lo cierto quien ha dicho que podía otorgar igual ventaja y con el mismísimo éxito, a todos cuantos aquí, en Barcelona, alardeamos de teóricos y prácticos en la materia. Son bien sabidas las recientes victorias que obtuvo, ante numeroso público, en el palacio de Bellas Artes y en el Sportsmen’s Club de esta ciudad de los Condes. En el expresado Club jugó también, empleando cortísimo y relativo tiempo, 12 partidas simultáneas; 10 ganadas, 1 perdida y otra entablada demuestran las disposiciones que tenía el necrologiado para ejecutar airosamente esta suerte de ,juego.”
“Tales son, en substancia, las cualidades y méritos que tenía la personalidad que ha sido objeto de mis consideraciones. Y ahora cabe preguntar: ¿No han de apesadumbrarse y condolerse mutuamente todos los ajedrecistas catalanes por el sensible y casi repentino fallecimiento de nuestro Baquero, ocurrido en Madrid el viernes de la semana próxima pasada? (*) Pérdida tan inopinada deja entre los ajedrecistas barceloneses un vacío muy difícil de llenar.”
(*) En otro artículo en Catalunya Gràfica nº 14, de mayo de 1922, figura como fecha de fallecimiento el 20 de enero, que concuerda con lo antedicho.
“¡Infortunado amigo mío! Eras joven todavía, pues dejaste de existir a los 42 años de edad –creo que fueron 43-. Insidiosa y extenuante enfermedad minaba de algunos años a esta parte tu existencia, llena de afanes y de múltiples ocupaciones profesionales que, por ser cotidianas e incesantes, no te daban espacio, ni tiempo, ni tregua para atender debidamente a tu quebrantada salud. Ahora alentabas halagüeñas esperanzas de relativo reposo, aspirando a una cátedra de Matemáticas en la que contendías en públicas oposiciones, cátedra que, por tu talento, méritos y añeja práctica en la materia, hubieras sin duda alguna obtenido. ¡Inopinada muerte, vino, de pronto, a tronchar en flor tus nobles y anhelantes aspiraciones! Nadie, excepto Dios, podía prever tal conflicto y tan aciago suceso.”
“Toda mi vida afluye a mis ojos al redactar las precedentes últimas líneas; ellas son espejo trasparente de los sentimientos que embargan al presente mi ánimo, y ellas constituyen sincera expresión de la fidelidad que mi alma guardará siempre a la buena memoria de nuestro desventurado e inolvidable Baquero.”
“A la desconsolada familia del finado le envío, desde estas páginas, mi más leal y sentido pésame.”
… y José de Togores y Muntadas, bajo el título de...
...se hacía eco del trágico desenlace.
…“De la primera no hay que hablar; de lo segundo, es muy loable el acuerdo, tomado por los organizadores y concurrentes al Campeonato, de haberle declarado Campeón de Honor de Catalunya; título que bien ganado lo tenía, pues todos los ajedrecistas catalanes, como a tal le consideraban clasificándole de gloria regional, y tal vez ser el mejor jugador español.”
Añadía Togores:
“Como hombre fue un correcto caballero, y un buen amigo, ejemplar hijo y padre de familia, y como ajedrecista… tardaremos mucho tiempo en admirar a un jugador tan firme y convencido y, a mi juicio, será difícil reemplazarle en los finales de partida tan brillantes y decisivos. Hoy le lloramos todos, sus amigos y admiradores; hoy le lloran el Rey, la Dama, el Alfil y compañeros; hoy el ajedrez está de luto.”
Pero no todo terminaba aquí. De nuevo el Dr. Josep Tolosa Carreras, en un extenso y sentido artículo de cuatro páginas en el semanario Los Deportes, hacía un extraordinario resumen sobre Baquero. Vedlo en este artículo, en las páginas 101 a la 104. Creo que es de ineludible conocimiento su lectura.
Incluso el Dr. Siegberg Tarrasch, el ilustre médico de Nüremberg, nacido en Breslau, e insigne campeón alemán, decía en Deutsche Schachzeitung de su final de partida jugado en 1896 en el Cafè Suís de Barcelona, que los procedimientos ideados por Baquero para lograr la victoria se revestían de incomparable belleza, eran extraordinariamente elegantes y contenían sacrificios de piezas que eran tan brillantes como originales. Este era el desarrollo del final en cuestión, en el que Baquero llevaba negras:
Tolosa i Carreras, Josep (Girona) - Baquero Vidal, José María (Barcelona) [C67] Barcelona, 1896
Esta partida no fue jugada contra J. Víctor, como dicen algunos críticos y que como tal fue publicada en la revista Ruy López, nº 1, junio de 1896, pàgina 7. El Dr. Esteve Puig i Puig la comentó en Catalunya Gràfica, en 1922, y asigna las blancas a Josep Tolosa. Lo mismo sucede en Els Escacs a Catalunya, pàg. 996, donde incluyen el final a partir de la posición del diagrama que veremos luego.
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 Cf6 4.0-0 Cxe4 5.Te1 Cd6 6.Axc6 bxc6 7.Txe5+ Ae7 8.De2 f6 9.Th5 Cf7 10.Cd4 Ce5 11.Cf5 0-0 12.Th4 d5 13.Cxe7+ Dxe7 14.Dh5 Dd7 15.Dxh7+ Rf7 16.Dh5+ Cg6 17.Td4 Dd6 18.g3 Th8 19.De2 c5 20.Ta4 Ad7 21.Ta3 Ce5 22.f3 Tae8 23.Df2 d4 24.d3 (ver diagrama)
24...Txh2 25.Rxh2 Cg4+ 26.fxg4 Ac6 27.Ah6 Th8 28.g5 Dd5 29.g4 [29.Cd2 Txh6+ 30.gxh6 Dh5+ 31.Rg1 Dh1# ] 29...Txh6+ [=29...Dxg5!-+ ] 30.gxh6 Dh1+ 31.Rg3 g5 y el blanco abandonó.
Sobre esta partida apareció un comentario en la revista mensual Ceské Listy Sachové, de Praga, que decía: “El vencedor se ha revelado en esta partida como un jugador de primera fuerza y dotado de una brillantez de combinación extraordinaria.”
La misma fotografía, aunque no tan nítida como la anterior, apareció en La Il·lustració Catalana, el día 26/2/1905, página 140.
Desde jovencito se aficionó al juego del ajedrez, del que era entusiasta admirador y ferviente devoto. En los descansos que su carrera le permitía se le podía encontrar en centros ajedrecistas barceloneses, jugando interesantes partidas que, por iniciativa del Dr. Josep Tolosa i Carreras, iban siendo publicadas en La Stratégie de París, otras en la revista Ruy López, de España, de Juan Capó González, que es donde apareció la primera magnífica fotografía de José María Baquero…
… así como en periódicos como el Deutsche Schahchzeitung, de Leipzig, el Neuestem Nachrichten, de Múnich, el Rigaer Tagblatt, de Riga, el Ceskè Listy Sachovè, de Hungría, Berliner Schachzeitung, de Berlín, y el Pablo Morphy, de La Habana.
El jueves, 26 de septiembre de 2013 salió publicado en este mismo blog un extenso artículo en el que hablaba sobre El Café de la Sala Imperio y del gran jugador catalán José María Baquero Vidal. En él se destacaba la importancia que tuvo Baquero en el desarrollo del ajedrez en las instalaciones del Sportsmen’s club donde, conjuntamente con Valentín Marín i Llovet, eran los directores de la sección de ajedrez, cuya sede podemos ver en el margen derecho de la fotografía que antecede, al lado del majestuoso edificio del Palacio de Justicia de Barcelona.
Pero no fue aquí donde se inició Baquero. En uno de los artículos aludidos comentaba esto:
"En el año 1860, diversos aficionados fundaron un Círculo que se estableció en el Café del Recreo, en la calle Escudillers. El Diario de Barcelona (27/8/1860) decía que era posible que aquella sociedad fuera la primera de esta clase en España. Entre sus socios se contaban fuertes jugadores: Hilarió Soler i Alomà, Eusebio Riu Canal, Carles Bosch de la Trinxeria, Joan Carbó i Batlle (Tarragona 1837-Barcelona 1902). En 1862 Soler y Riu editaron una revista mensual: El Ajedrez, que únicamente aguantó trece números. Y en 1864 Juan Carbó –un buen compositor de problemas- ganó un torneo local."
"A los pocos años se disolvió el Círculo y los aficionados comenzaron a dar vueltas, de un café a otro, hasta que en 1877 constituyeron una nueva sociedad, situada en la Plaza Real nº 10. En ella empezó a despuntar José María Baquero Vidal (Barcelona 1861-Madrid 1905); un jugador de gran empuje que brilló notablemente y que le consideraban de la talla de los Valdespino, Golmayo y Martínez Carvajal. Además de Baquero se distinguieron Josep Tolosa, el olotino Esteban Estorch y Paulí, destacada figura y excelente finalista, el portorriqueño Félix Escuté, el alicantino Enrique Dodero Aracil…”
Unos días más tarde, el 17 de octubre de 2013, lo hacía nuevamente en otro artículo, en un intento de completar más información sobre el tema con noticias que estaban un tanto desperdigadas. También en este otro, aparecido el 24 de octubre de 1913. Y el 8 de mayo de 2015 aún comentaba cosas en este otro artículo.
Este Club de los Deportistas, que tenía como objeto introducir el deporte como actividad de ocio, ejercicio físico del cuerpo y que otra de las vertientes se completara con todo tipo de espectáculo que fuera competitivo, supo aglutinar y dar respuesta a estas inquietudes de la sociedad, básicamente entre la burguesía más pudiente de Barcelona. Aunque su vida fue corta, puesto que se creó en 1903 y se disolvió en 1905. En la página 4 de La Vanguardia del 10 de octubre de 1903 se publicaban diversas condiciones que deberían observarse para el buen funcionamiento de la sociedad.
1904 - Pabellón que acogía los servicios
de administración del Sportmen's Club
(Fuente: http://barcelofilia.blogspot.com)
En este enlace encontraréis información sobre esta sociedad,
La fotografía que sigue -si es que se le puede llamar así, puesto que es la única que he podido encontrar- corresponde al “gran tablero” que decía la prensa…
… y que en otro recorte que veremos más adelante se especifica con mayor detalle las características del mismo, quién lo concibió, que las piezas salieron de los reputados talleres de la Casa Baqué y que existía el propósito de comenzar el Campeonato individual de Catalunya. Como dato anecdótico diré que las piezas eran de color blanco y rojo. El estreno se produjo con la partida José María Baquero (blancas) y Valentín Marín (rojas) -que eran los directores técnicos de la sección-, venciendo el primero. Es una pena no poseer la fotografía original, puesto que tal vez podríamos ver en el margen superior derecho -con mejor claridad- la mesa donde los citados jugadores seguían en un tablero el curso de la partida, que me he permitido ampliar, aunque no creo haber alcanzado una mejoría. Vemos en el centro de la imagen a la persona que ejercía de árbitro.
Todas las partidas debían jugarse en el Sportsmen’s Club, que estaba situado, como he dicho antes, delante del Palacio de Bellas Artes. Debajo tenemos la nota que apareció en Los Deportes, anunciando el propósito de realizar el torneo.
Y esta fue la celebración ajedrecística en la Festa de la Mercè, momento en que se celebró la partida viviente en el Palacio de Bellas Artes. El efecto del salón era sorprendente: un grandioso tablero confeccionado con baldosas de cristal blancas y encarnadas, que se iluminaba en su parte inferior la casilla donde se situaba la pieza, todo ello realizado por medio de interruptores eléctricos que manejaba un electricista, obedeciendo las indicaciones del director de juego, Valentín Marín quién, lógicamente, fue el que se encargó de escoger las dos partidas que comentaré, que son unas verdaderas joyas. A cada movimiento sonaba un toque de clarín y a cada captura se oían golpes de bombo y chinesco.
Una de las famosas partidas reproducidas fue la disputada, en Nueva York-1889, entre Max Weiss (un excelente jugador austro-húngaro, que venció en dicho torneo, exaequo con Mikhail Chigorin), pero que tuvo que inclinar el rey frente al inglés William Henry Krause Pollock, quién obtuvo el premio de brillantez a la mejor partida (Ver partida de 29 jugadas en el pgn). Si desáis seguir esta obra de arte, con visor incluido, os invito a entrar en esta página de la web del amigo Javier Cordero.
…mientras que la segunda, no menos famosa, era del gran Paul Morphy, que jugó con negras contra Theodor Lichtenhein, un “americano” nacido en Königsberg, Prusia Oriental. (En este enlace podéis ver esta partida de 18 jugadas -incluida en el pgn-, también con visor). Tan grande fue el éxito que el espectáculo debió repetirse tres veces en días sucesivos. Las figuras estaban elegantemente vestidas con trajes chinos adornados de preciosos bordados.
Pero todas las previsiones de los organizadores sobre las actividades que debían celebrarse de forma continuada se fueron al traste. Una triste noticia se ocupó de que esto fuera así. En el siguiente recorte veremos que en dichas fiestas y en dicho lugar, José María Baquero, había ganado el premio al concurso que organizaron. Idéntica noticia apareció en la página 2 de El Noticiero, de fecha 25/1/1905.
Y en este otro fragmento de la noticia aparecida en La Vanguardia tampoco se hace constar la entrega, a la familia de José María Baquero, de algún recuerdo de sus amigos ajedrecistas.
José María Baquero tuvo dos hijos, Mercè y Josep. En el momento del fallecimiento de su padre tenían de 8 y 6 años, respectivamente. La fotografía que sigue es de enero de 1905. Observad que aún llevan el luto por la muerte de su progenitor.
Mi idea no era hablar sobre este club, el Sportsmen’s, que merecería un espacio aparte, sino sobre José María Baquero, ya que a través de un amigo he recibido recientemente el diploma que veremos a continuación, firmado por el presidente y secretario del Sportsmen’s Club, a cuyas rúbricas seguían sus amigos de la sección de ajedrez, encabezada por el presidente de la misma, José de Togores y Muntadas. Ignoro en qué momento se entregó este Título a la familia del homenajeado.
Este diploma fue entregado a los familiares de Baquero como recuerdo de la estima que todos le tenían. No he podido encontrar en prensa escrita ninguna mención a todo esto. Como el mundo está hecho de casualidades, la recepción de la imagen de este diploma es una de ellas. Resulta que el cuadro es propiedad de la nieta de José María Baquero, Mercè Palau i Baquero quién, a pesar de que su domicilio habitual está ubicado en Majadahonda, aún conseva la casa de sus ancestros (*), en Miramar, un núcleo de población perteneciente al municipio de Figuerola del Camp, en la comarca del Alt Camp, en Tarragona, no lejos de Valls, donde José María Baquero había ejercido su docencia. Pues bien, Jesús, uno de los amigos de mi hijo mediano, Jordi, amante de la montaña, conocía a una íntima amiga de Mercè, también montañera, Núria Avella i Guasch, que fue quién allanó el camino para conseguir dicha foto y que luego, a través de nuestras conversaciones, ha ido ampliando con otras y con información de la familia.
(*): Una casa que fue construida por el general de brigada carlista Josep Masgoret i Marcó, Comandante general del ejército carlista de Catalunya, nacido precisamente en Miramar. Más adelante, Miguel Garriga y Prats, Notario de Valls, abuelo de Guadalupe Garriga Tomàs, esposa de José María Baquero Vidal, la compró al general Masgoret, así como otras propiedades.
No obstante, en la curiosa postal que acaba de pasarme Mercè, se indica que la propiedad correspondía a José Garriga. Se trata de Josep Garriga i Robert, único hijo del Notario, Miguel Garriga y Guadalupe Robert, cuya foto veremos más adelante. Garriga Robert era el sobrino del que fue alcalde de Barcelona, el Dr. Bartomeu Robert i Yarzábal y, a la vez, marido de Mercè Tomàs i Fàbregas, los padres de Guadalupe Garriga i Tomàs y de Josep Garriga i Tomàs y, por lo tanto, era el suegro de José María Baquero Vidal. Josep Garriga fue procurador de los tribunales, pero por lo que me cuenta Mercè, que lo califica de “chiss garabis” (más o menos de persona entrometida y de poco juicio) cuidó más de llevar una vida a su gusto que de la herencia. Mientras Guadalupe heredó la finca de Miramar, su hermano lo hacía de la finca de La Fasina, cercana a Miramar. Más adelante veremos algunas fotos de dicha heredad.
Un aspecto de la galería, que veremos luego, con Núria Avella
(Foto: Gentileza de Mercè Palau i Baquero)
Tanto la fotografía que sigue, como la que acabamos de ver, son dos aspectos de la gran casa de Mercè Palau i Baquero, en Miramar, un núcleo de población agregado al municipio de Figuerola del Camp (ver este enlace). Una mansión que es del 1800, aunque esta zona de la galería es de 1864, la parte más moderna del edificio. Me cuenta Mercè que aquí, en esta preciosidad, es donde José María Baquero pasaba los veranos, cuando se casó con la propietaria, Guadalupe Garriga Tomàs, su abuela, es decir la madre de su madre, que la había heredado de su abuelo, el Notario Miguel Garriga. Guadalupe fallecería en 1939.
Mercè Palau i Baquero, con unos
amigos invitados, en plena galería
(Foto: Gentileza de Mercè Palau i Baquero)
Y esta fotografía es una composición de los esposos Baquero, extraída de dos pinturas antiguas que figuran en la finca, que he intentado recomponer de la mejor manera posible, puesto que el paso de los años había dejado sus huellas.
Los esposos, Guadalupe Garriga Tomàs
y José María Baquero Vidal
(Foto: Gentileza de Mercè Palau i Baquero)
Me comenta Mercè Palau i Baquero que la pintura de Guadalupe Garriga Tomàs fue realizada por el eminente artista-pintor Bonaventura Casas i Pàmies, que también había sido profesor de pintura de Guadalupe, la heredera de la casa de Miramar y de las tierras. No obstante, tiene dudas de si el retrato de Baquero fue obra del mismo artista. Un pintor que, como José María Baquero, también murió muy joven.
Bonaventura Casas i Pàmies (Autoretrato)
Valls: 1861 – Barcelona: 1907
(Foto: Gentileza de Mercè Palau i Baquero)
Vemos este magnífico dibujo pintado por Casas, que lleva esta dedicatoria: “Al meu distingit i benvolgut amic, J. Garriga Robert”, con la firma de B. Casas. La fotografía del cuadro fue realizada por Foto Guri, en 1890.
1890-Retrato de Josep Garriga i Robert,
realizado por Bonaventura Casas
(Foto: Gentileza de Mercè Palau i Baquero)
Y como siempre suele suceder, el alumno adquiere los virtuosos conocimientos del profesor. En este caso, Guadalupe Garriga, pintó este magnífico cuadro emulando a su maestro Bonaventura Casas i Pàmies. Un cuadro que hemos visto al principio, colgado en la pared, detrás del piano que fue de José María Baquero Vidal.
Cuadro de Miramar, pintado por Guadalupe Garriga Tomàs
(Que se conserva en Miramar)
(Foto: Gentileza de Núria Avella i Guasch)
En estas dos imágenes que seguirán a la del portal de la iglesia de Sant Mateu, podemos ver en el centro una panorámica de lo que yo me atrevería en calificar como “La casa dels porxos”, en Miramar, donde vivía la familia Baquero-Garriga. De la parte superior emergen la iglesia y su campanario, construida en diferentes épocas, donde se vislumbran restos de la antigua iglesia románica, lugar que se venera al apóstol que lleva su nombre...
...También hay dedicado un altar a Sant Bernat de Menthon, patrón de los excursionistas que tienen, en los alrededores de este núcleo de población, un refugio de montaña que no deja de ser un centro de atención para los aficionados. Como podéis ver, las casas están colgadas de la montaña, en pleno acantilado, mirando hacia el mar, de aquí su nombre: Miramar.
Y en la que sigue, una perspectiva de la situación de la aldea de Miramar, en la comarca del Alt Camp. Una zona rodeada de frondosas montañas.
Ahora siguen algunas imágenes del interior de la casa, donde da la impresión que el tiempo no solamente no haya pasado, sino que ha conservado toda la esencia y nostalgia de aquella época.
En estas otras fotografías podemos ver a Mercè jugando la partida con un vecino del pueblo cuando, de tarde en tarde, les gusta rememorar viejos recuerdos...
... y en un momento de descando después de pasear con su perro en las inmediaciones de la finca.
* * *
Tal como había dicho con anterioridad, ahora veremos cuatro imágenes de La Fasina. Decía que Guadalupe Garriga i Tomàs heredó Miramar, mientras que su hermano, Josep Garriga i Tomàs lo hacía de La Fasina. Estas son cuatro imágenes que inmortalizan tan magnífica hacienda:
* * *
Antes de continuar, hagamos un paréntesis. El otro abuelo de Mercè Palau Baquero, Antoni Palau i Dulcet, también fue una persona importante dentro del camino que emprendió como librero, historiador, escritor y bibliógrafo.
No me extenderé sobre ello, puesto que quién desee conocer un poco más de sus obras puede entrar en cualesquiera de los tres enlaces que indico a continuación:
Antoni Palau i Dulcet - Wikipedia.
Antoni Palau i Dulcet - Fundació Enciclopèdia Catalana.
Antoni Palau i Dulcet - Real Academia de la Historia.
O en cualquier otro que se puede visualizar en internet, donde podréis observar que fue un hombre que se hizo a sí mismo. La imagen que sigue fue en el momento en que le fue impuesta la medalla de Hijo Predilecto de Montblanc por el Alcalde de la “Vila Ducal”, José María Abelló Barrios. Era el 31 de julio de 1949.
La siguiente imagen corresponde a la boda en 1932 de los padres de Mercè Palau i Baquero: Mercè Baquero Garriga -fue secretaria en el Institut d’Estudis Catalans- y Agustí Palau i Claveres, hijo del referenciado hace un momento, Antoni Palau i Dulcet.
1932 - En primer término, desde la izquierda,
los abuelos Antoni Palau i Dulcet y Guadalupe Garriga i Tomàs
En la parte superior de la imagen: Los novios
(Foto: Gentileza de Mercè Palau i Baquero)
En el momento que escribo estas líneas está a punto de publicarse la edición facsimilar de las Memòries de un llibreter català (Barcelona-1935), de Antoni Palau i Dulcet, editado por la imprenta Doce Calles, de Aranjuez (2020), patrocinado por el Ajuntament de Montblanc. Un poco más abajo podéis ver la portada del libro. Está previsto que en el 2021 se publiquen en castellano, con tres introducciones. Una de ellas de la propia Mercè, como Académica de Número de la Real Academia de Ciencia, Artes y Letras de Cádiz...
Su último cargo como funcionaria fue en la Dirección General de Relaciones Culturales y Científicas del MAEC, como Directora de Material Cultural y Ediciones.
* * *
Pues bien, a pesar de que la primera fotografía que recibí del cuadro con el título de campeón no era suficiente nítida, he intentado hacer ampliaciones parciales de la misma y puedo anticipar que creo haber reconocido la firma de los que figuran en él, y que son los que indico a continuación:
Presidente: Joaquim Salgot i Gros.
Secretario: Josep Nauzà Ferrando.
Jueces árbitros: José de Togores y Muntadas, Josep Tolosa i Carreras, Martín Grau y Valentín Marín.
Sus admiradores: Dr. Juan G. Drudis, José Gifreda Casas, Eugenio de Vandrey, Manuel de Delás, Esteve Estorch Paulí, Fernando Canon, Luis de Villalobos, Guillermo de Castro, Enrique Flaquer, Carlos López Cepero, Manuel Flaquer, Juan Burch, Esteve Puig i Puig, Luis Muntañola, Enrique Raventós y Joaquim de Montaner i Malato.
Y esta otra imagen se corresponde con otra de las ampliaciones realizadas, donde figuran las firmas de los personajes que he dicho antes. Está claro que todos ellos tuvieron algo que ver con el Campeonato de Catalunya de 1905 que estaban disputando en el Sportsmen’s Club, desde dos de los máximos responsables de la sociedad, hasta los cuatro árbitros que actuaron de jueces en el mismo. Entre los “admiradores” figuran casi todos los que intervinieron en el torneo, así como algunos otros de sus amigos.
Más adelante, no obstante, recibí una nueva fotografía del Título de Campeón. Ha sido gracias a la señora Núria Avella, que cuidó de extraerla del cuadro en la esperanza de no perder detalles importantes, que se pueden ver si comparamos la imagen anterior con la que sigue. Con esta nueva opción quedaban bastante aclaradas las dudas que tenía sobre las firmas. He intentado, también, limpiarlo un poco, aunque tampoco he tratado de disimular totalmente las marcas dejadas por el paso de los años.
En dicho torneo participaron un total de 26 jugadores, cuyo orden de sorteo fue el que figura en la siguiente nota de prensa.
Y estos eran los premios preestablecidos que figuraban en una nota del 17 de diciembre de 1904 en el semanario Los Deportes, en el cual también se indicaban toda la serie de requisitos para los jugadores que desearan inscribirse.
Aunque la imagen que sigue no se corresponde con el mismo, sí que figuran en ella algunos de los participantes en el de 1905.
1909/1910 - Campeonato de Barcelona
Jugadores en plena lucha en la Sala Imperio
De izquierda a derecha, sentados: Emili Ardèvol,
Leopoldo de Lafuente, Esteve Puig i Puig, Josep Paluzíe,
Hermann Metzger y Carlos López Cepero
(Foto: Archivo)
Veamos otras perspectivas de cómo se jugaba en aquellos tiempos. Observad que en cada mesa había una persona que se ocupaba del control de las jugadas.
1913 - Campeonato de Catalunya en la Sala Imperio
(En el centro, entre los dos jugadores, Josep Paluzíe i Lucena)
(Foto: Archivo)
En la siguiente imagen, el señor que figura en primer plano, con sombrero, es el mismo que está situado en el lateral izquierdo de la foto anterior.
Y estos fueron los puntos que consiguieron cada uno de ellos hasta el momento en que el torneo quedó paralizado por el repentino fallecimiento de Baquero. Como se desprende de todo ello y al ser un torneo sistema liga, permitía que las partidas no se jugaran todas al unísono, sino que lo hacían en la medida de las posibilidades de cada uno de los jugadores. El filipino Fernando Canon y José María Baquero iban destacados en primer lugar, después de terminada su partida en tablas, superando ambos diversas alternativas, en las que Canon consiguió obtener una posición de jaque continuo. Seguía a medio punto Joaquim Montaner, aunque éste con una partida menos. Un poco más rezagado quedaba Carlos López Cepero -un buen compositor de problemas de mate-, a quién hemos podido ver en una fotografía de unos años más tarde, con algunos otros de los que concursaron en 1905.
Clasificación provisional hasta el momento del triste desenlace Nº Barcelona - 1905 Jugadas Puntos 1 Manuel de Delás 11 3 2 Guillermo de Castro 10 1 3 Carlos López Cepero 13 10 4 José María Baquero 11 10½ 5 Dr. Juan G. Drudis 10 6½ 6 Eugenio de Vandrey 14 7 7 Fernando Canon 11 10½ 8 Esteve Puig i Puig 10 3 9 Bartomeu Estades 7 2 10 Enric Parés (Retirado) 11 Luis Muntañola 8 2 12 Manuel Flaquer 8 3 13 Enrique Flaquer 8 3 14 Francisco Gómez 5 0 15 José Sola Guardiola (Retirado) 16 Juan Burch 11 7 17 Enrique Raventós 8 3 18 José Gifreda Casas 13 4 19 Joaquim Montaner i Malató 10 10 20 Ramon Gaudier (Retirado) 21 Mateu Garreta i Fusté (Retirado) 22 José Paluzíe i Lucena (Retirado) 23 Luis de Villalobos 11 4½ 24 Manuel López Sax 5 0 25 Joan Miró (Retirado) 26 José Capdevila (Retirado)
El semanario Los Deportes iba incluyendo noticias sobre el torneo. En el siguiente recorte podemos ver que en un mismo día se jugaron varias rondas. El ritmo era de 15 jugadas por hora. En esta web, páginas 826 y 827, figuran los doce artículos de que constaba el Reglamento. En la primera de dichas rondas, José María Baquero venció al Dr. Esteve Puig i Puig, en una partida que figura en el pgn. Si extraña fue la partida, más aún la defensa utilizada por Baquero, con entregas continuadas que debieron desarbolar al bueno del Dr. Puig. Merece la pena reproducirla.
Puig i Puig, Esteve (Barcelona) - Baquero Vidal, José María (Barcelona) [C40]
I Campeonato de Cataluña - Jugada en el Sportmans's Club, de Barcelona
1ª Ronda, 05/01/1905
1.e4 e5 2.Cf3 d5 3.exd5 e4 4.Ab5+? [>=4.De2 ] 4...c6 5.dxc6 bxc6 6.De2 cxb5 7.Dxe4+ (ver diagrama).
7...Ce7? [>=7...De7!-+ era mejor. No sé qué debió buscar Baquero. Tal vez encerrar la dama blanca. Por lo que se ve, era un amante del riesgo.] 8.Dxa8 Cec6 9.0-0 Dd7? Otro error. [9...Dc7!-/+ ] 10.Ce5? [>=10.Te1+ ] 10...Cxe5 11.Dxb8 Ad6 (ver diagrama).
12.Da8 0-0! [12...Cc6?! 13.Te1+ Ae7= ] 13.De4 Ab7 14.Dh4 Te8? [>=14...Cg6! Con esta jugada continuaba el asedio a la mala posición de la dama blanca. Pero la idea de Baquero era otra. 15.Dh3 Dxh3 16.gxh3 Ch4-/+ (ver diagrama)].
15.d4 [15.d3 Tal vez esta era mejor.] 15...Cf3+!? A este paso se quedará sin piezas para atacar. [>=15...Cg4=/+ ...se iba de la mano., pero nunca se sabe por dónde podía salir Baquero.] 16.gxf3 Te6 17.Af4 [17.Dh5 Tf6~~ ] 17...g5!? (ver diagrama).
[17...Axf4!=/+ ... parecía la más adecuada.] 18.Axg5 Tg6 19.Dg4 [19.Cd2 ... daba la impresión que reforzaba la defensa.] 19...h5!? 20.Dg2?? Esta jugada hace perder al blanco. [No me extraña que el Dr. Puig viera fantasmas si tomaba la dama. 20.Dxd7! era mejor 20...Txg5+ (20...Axf3?? 21.Dd8++- ) 21.Dg4 hxg4 22.Cd2 Th5 (22...gxf3+? 23.Rh1 Th5 24.Tg1+ Rf8 25.Cf1+- ) 23.Tfe1+- Axh2+ 24.Rf1 gxf3 (24...Axf3 25.Ce4! Th3~~ ) 25.Te8+ Rg7 26.c3 Ac6 27.Te3 Af4|^ ] 20...Df5! (ver diagrama).
Y el blanco no tiene solución... 21.Cd2 Txg5 22.Dxg5+ Dxg5+ 23.Rh1 Dxd2 24.Tg1+ Rh7 25.Tg3 Axg3 26.hxg3 Dxf2 0-1.
Hemos visto claramente en esta partida cuál era el estilo de juego de Baquero: cierto desprecio por las entregas en pos de la victoria, la ilimitada confianza que tenía en sí mismo y en ganar a todo trance, sin que ello arguya vana presunción, pues siempre respetó a sus adversarios.
Fue realmente lamentable que las incesantes ocupaciones de Baquero no le permitieran acudir a Torneos Internacionales, puesto que no solamente no hubiera desentonado, sino que es del todo probable que hubiera obtenido primeros premios.
Baquero no fue aficionado a la composición de problemas. En cambio, nunca rehusó analizarlos, resolviéndolos con bastante facilidad por sus grandes dotes analíticas.
Si nos fijamos bien en el recuadro que sigue nos daremos cuenta de que no todos los jugadores inscritos jugaron su partida en dicho día.
La consecuencia de dichas sesiones fue la creación de una sección de ajedrez en el Sportsmen’s Club, que dirigió José de Togores y Muntadas. Y es aquí donde se proyectó y tomó cuerpo el primer torneo para el Campeonato de Cataluña -así lo llamaron-, que empezó el primero de enero de 1905 -o tal vez un poco antes- y terminó a principios de febrero. De todas formas, si tomamos como base la partida de la primera ronda que hemos visto hace un momento, el inicio sería el 5 de enero de 1905. La clasificación final, por lo que se refiere a los ocho primeros lugares, fue la siguiente:
Campeón: Fernando Canon, 14 puntos
Segundo: Joaquín de Montaner y Malato, 10½ puntos
Tercero: Enrique de Flaquer, 10 puntos
Cuarto: Carlos López Cepero, 10 puntos
Quinto: Dr. Juan G. Drudis, 9½ puntos
Sexto: Juan Burch, 9 puntos
Séptimo: Eugenio de Vaudrey, 7 puntos
Octavo: Esteve Puig i Puig, 7 puntos
Las crónicas de los entendidos decían que Baquero hubiera sido el campeón, ya que superaba en mucho al filipino Canon, si no se hubiese visto precisado a trasladarse a Madrid, el 14 de enero de 1905, para hacer unas oposiciones, falleciendo allí al poco tiempo. El crudo invierno de Madrid y su estado débil por la diabetes crónica que padecía desde hacía años, hicieron el resto. Murió seis días más tarde, en la misma Fonda donde se hospedaba, La Guipuzcoana, calle Peligros nº 3. Cuando su esposa Guadalupe Garriga y su tío Mateu Grau llegaron a Madrid, procedentes de Barcelona, Baquero ya había fallecido. Fue enterrado en Madrid, pues no pudo ser trasladado a Barcelona por los complicados papeleos que comportaba en aquella época, sin olvidar el alto coste que representaba para la familia.
Hubo consternación por la muerte de Baquero, que falleció relativamente joven, 43 años. Así, el 12 de febrero de 1905 se quiso honrar su memoria dedicándole una sesión necrológica en el Sportsmen’s Club, reproduciendo en un tablero grande dos de las mejores partidas que se conservaban del llorado y genial ajedrecista barcelonés, todo ello después de un notable y sentido discurso del Dr. Josep Tolosa i Carreras, que podéis leer si entráis en alguno de los enlaces que anoto al principio de esta crónica…
… o bien en este artículo, desde las páginas 101 al 104 del periódico Los Deportes, del 18 de febrero de 1905.
Antes de finalizar me gustaría comentar algo sobre todo lo que he escrito. En esta ocasión, tal vez me he salido un poco de lo que debería ser estrictamente una crónica sobre ajedrez. Habéis visto que incluso he entrado dentro del campo familiar, con fotografías y comentarios de alguno de sus descendientes. Creo que valía la pena intentarlo y hacerlo, pues era la forma de conocer más cosas sobre nuestro personaje que, de otra forma, quedarían únicamente en el recuerdo de su círculo de descendencia.
Además, en el pgn adjunto podéis encontrar todas las partidas que he podido localizar de José María Baquero… y alguna otra que viene a enlazar alguno de los comentarios que he introducido en el curso de la crónica.
Como ya viene siendo una costumbre, debo dar las gracias a los amigos Josep Alió i Borràs y Miquel Artigas i Isart, porque sus fotografías siempre son bien recibidas y sirven para poner un poco más de colorido a las letras de molde. Como también a Dominique Thimognier, siempre atento a mis peticiones.
Habéis visto que este artículo se sale un poco de lo que viene siendo habitual en las biografías de ajedrecistas, que a menudo se limitan a una breve semblanza personal y a los aspectos estrictamente relacionados con el juego, historial, partidas, etc.
Pero de la mayoría de los jugadores catalanes y españoles no sabemos nada, o bien poca cosa, de su entorno, su familia, donde vivían... Y creo que estos detalles, al margen de su interés intrínseco, ayudan a comprender quién estaba detrás de aquellas partidas y lo que fue su vida al margen del ajedrez. Y, en cierto modo, esto que hemos leído se acerca al pensamiento de mi buen amigo Miquel Artigas, que comparto del todo.
Dicen que es de bien nacido ser agradecido. Yo siempre trato de cumplir con esta máxima. Y en esta ocasión por duplicado, puesto que debo agradecer sinceramente todos los desvelos de estas dos personas, Mercè Palau i Baquero y Núria Avella i Guasch, a las que podemos ver en una foto reciente, realizada el 18 de diciembre de 2020...
...que se han identificado plenamente con mi idea de intentar añadir un poco más a la historia que conocíamos del que fue excelente persona y gran ajederecista José María Baquero Vidal, ¡¡¡¡CAMPEÓN DE HONOR DE CATALUNYA!!!
Joaquim Travesset
31 de diciembre de 2020
Un articulo extraordinario, increible la cantidad de detalles que das a conocer.
ResponderEliminarSaludos
Pedro
Gracias, Pedro. Por mucho que buscas en los sitios más recónditos, nunca encuentras todo lo que desearías. No obstante, y a raíz de mi interés en conseguir alguna información más sobre Baquero, su familia también ha tenido las ganas de rebuscar en su memoria, y han descubierto aspectos familiares que hasta este momento no conocían o bien tenían en el rincón del olvido. Es posible que en breve añada algo más al artículo, como una posible carta que dirigieron a Baquero hace más de 120 años o la confluencia del alcalde de Barcelona, Dr. Robert, en la rama familiar de los descendientes de Baquero. Ya veremos si esto podrá ser posible.
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