La primera referencia a los movimientos iniciales de la defensa francesa fue realizada en el libro de ajedrez de Luis Ramírez de Lucena Repeticiones de amores y arte de ajedrez, publicado a finales del siglo XV en Salamanca. En este libro, Lucena se limita a mencionar que después de 1. e4, e6, la mejor respuesta para el blanco es 2. d4. Respuesta que, a pesar de haber pasado quinientos años, sigue siendo considerada como la mejor continuación por la mayoría de los ajedrecistas.
La denominación de defensa francesa data del siglo XIX, cuando en 1836 se celebró un encuentro postal entre el Club de Ajedrez de París y el Club Westminster de Ajedrez de Londres, adoptando los parisinos dicha defensa con la que finalmente consiguieron anotarse el triunfo. Pierre C. F. de Saint Amant (1800-1872), uno de los más fuertes jugadores de ajedrez de la época y famoso por sus encuentros con el inglés Stauton en 1843, asesoraba a los parisinos, mientras que, George Walker (1803-1879), notable ajedrecista y autor de numerosos libros de ajedrez, hacía lo propio con los londinenses.
Los jugadores del Club de Ajedrez de Paris eligieron la defensa francesa para evitar el juego abierto característico del ajedrez romántico de aquella época. Así evitaron, por ejemplo, las terribles complicaciones del gambito de rey.
Como curiosidad indicaré que el famoso ajedrecista francés Deschapelles (1780-1847) no quiso participar en el encuentro debido a la elección de la francesa como arma defensiva ya que le parecía una apertura de ajedrez aburrida.
Terminaré por reseñar que la defensa francesa siempre ha tenido adeptos entre los mejores jugadores de ajedrez del mundo, incluyendo entre ellos a los campeones mundiales Capablanca, Alekhine y Botvinnik.
2 comentarios:
a mi tambien me parece curioso que Deshapelles cosidero dicha jugada aburrida, yo la practico y es de mi agrado pues permite una salida muy agresiva y conveniente si se sabe utilizar combinada.
Muy interesante tu aportación, gracias.
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