Ante todo debo decir que mi interés no está en tratar exhaustivamente sobre dicha olimpíada ya que supongo que otros ya lo habrán hecho antes que yo y con mejores resultados. Una olimpíada organizada por el Hamburger Schachklub, en el centenario de su fundación, donde la figura de su presidente, Walter Robinow, destacó, una vez más, por sus dotes de organizador…
Walter Robinow (15/8/1867-15/7/1938)
Presidente del Hamburger Schachklub
5º Presidente de la Deutschen Schachbundes (1920/1933)
(Foto: Wikipedia)
…como ya lo había hecho en anteriores ocasiones, como el Torneo Internacional de Hamburgo-1910 o el Congreso de Breslau de 1925, juntamente con las personalidades que figuran en la fotografía que sigue…
Breslau 1925
Arriba de todo: Schreier, Wagner, Moritz,
Sämisch, Römmig, Becker, Kmoch, Walter.
En el centro: Mendelsohn, Blümich, Epstein, Krüger,
Grünfeld, v. Schweinichen, Rubinstein, Kramer.
Sentados: Nimzowitsch, Reti, v. Gottschall,
Bogoljubow, Tarrasch, Löw, Robinow, Seger, Tietz
(Foto: Wikipedia)
Mi curiosidad, mi atención, se fijará mayormente en aquellos puntos convergentes que afectan al equipo español y que siempre suelen quedar al margen de la crónica habitual.
Así pues, permitidme que empiece la casa por el tejado con la imagen que sigue. Una excelente fotografía que he podido localizar en uno de los ejemplares de la revista La Hormiga de Oro. A su regreso a Barcelona, después de celebrada la Olimpíada de Hamburgo, los ajedrecistas barceloneses quisieron rendir honores a los jugadores que concursaron allí. Es evidente que se nota en la imagen la falta de la figura del Dr. Lafora y tampoco sé encontrar la de Àngel Ribera. Supongo que ambos tendrían sus ocupaciones profesionales para faltar al acto. De todas formas no todo fueron alegrías en todo lo que precedió al certamen. Problemas que ya se venían arrastrando desde la anterior olimpíada, celebrada en La Haya. De todo esto hablaré más adelante.
Barcelona 3 de agosto de 1930
Vermut en homenaje a los ajedrecistas Marín, Golmayo,
Soler y Ribera, por el buen resultado obtenido en Hamburgo
(En la imagen podemos ver en el centro a Golmayo, seguido a su
izquierda de Marín, Soler, Antonio Garrigosa y Orestes Llorens)
(Foto: La Hormiga de Oro)
En el siguiente recorte de Mundo Deportivo podemos ver alguna información complementaria sobre dicho acto de homenaje.
Hamburgo 1930
Grupo de maestros y organizadores que participaron
en el Torneo de las Naciones, a bordo del “Deutschland”
A la derecha se puede ver a Valentín Marín -el primero
de los que están sentados-; al fondo, hacia la izquierda,
el Dr. Lafora, con traje oscuro. Y debajo de él, a su derecha,
Golmayo, Soler y Ribera, este último con sombrero.
(Foto: Els Escacs a Catalunya)
Para situarnos un poco en la época y los problemas que tuvo que soslayar el equipo español, empecemos por una crónica del Dr. Carlos Rodríguez Lafora en el nº 9 de la revista Ajedrez, cuyas cuatro páginas siguen a continuación. En las mismas podemos contemplar una exhaustiva crónica con los resultados de los españoles, ronda por ronda, sus impresiones sobre las mismas, así como un detalle de la relación de todos los equipos y las puntuaciones obtenidas por los mejores jugadores.
Revista Ajedrez
Artículo del Dr. Carlos Rodríguez Lafora (1)
(se puede hacer clic sobre la imagen para ampliarla)
Pero esto solamente era la visión del Dr. Carlos R. Lafora, o sea, uno de los jugadores. El periódico El Sol, de Madrid, incluía de forma más o menos periódica unas crónicas de su periodista A. C., en las que comentaba toda una serie de circunstancias y peripecias que enturbiaron el concurso de España en dicha olimpíada. Todo ello venía a cuento de la formación del equipo que debía representarnos, de la falta de medios económicos y de otras cuestiones que la oposición hizo servir para arremeter fieramente contra la gestión del presidente Juan Bertrán. Un movimiento que el periodista A. C. calificaba de “impulsivo, cordial y generoso” (?).
En la edición del día 15 de julio decía esto…
“Después de múltiples peripecias y de laboriosas gestiones ha salido para Hamburgo el equipo español que tomará parte en el torneo que ha de celebrarse en la famosa ciudad alemana. Lo integran: Golmayo, que capitanea el nuestro y que emprenderá la marcha el 13; Marín, Soler, Ribera, y de suplente, el campeón de Valencia, doctor Carlos Lafora. Antes se habían hecho ofertas brindándoles los dos últimos puestos a Font, Vicente Almirall. Torres, Doménech, Ortueta y Aguilera, que los declinaron por la imposibilidad en que se encontraban de abandonar quehaceres que les retenían -en los sitios donde residen- con el imperativo de deberes impuestos por sus respectivas profesiones.
Para llegar a este arreglo se han celebrado en veinticuatro horas 16 ó 18 conferencias telefónicas, y alguna de ellas tan pintoresca como la mantenida con Lafora. No resisto la tentación de contarla por lo rápida y expeditiva que resultó para los organizadores.
Hora: las ocho de la noche. Al habla: Barcelona con la Central de Alcudia. Día: el viernes pasado.
- ¿Conocen al señor Lafora? —Sí,
- ¿Habría medio de hablar con él para asuntos urgentes?
- En seguidaPasan dos minutos y no se oye nada. ¿Qué ocurre? Acaban de ir con una bicicleta a buscar al Sr. Lafora. Pasan tres minutos. ¿No hablan? Nada. Prórroga. Pasan seis minutos. Lo mismo. Otra prórroga. Al fin se escucha la voz típica del doctor Lafora;
- ¿Quiere usted ir a Hamburgo a defender el pabellón nacional?
- Conforme.
- ¿Tiene usted pasaporte?
- En el bolsillo.
- ¿Cuándo puede usted salir?
- En el acto.
- ¿Condiciones?
- Que me paguen los gastos naturales.
- Un abrazo, y hasta mañana en la estación de Barcelona,
- Bien. Iré a Játiva a coger el expreso de Sevilla-Barcelona, y en este último punto a tomar el Pullmann, para alcanzar en Narbonne el expreso Barcelona-París.El origen de todo este conflicto de jugadores se debe "al golpe de Estado" que se dio contra la presidencia de la Nacional el 13 de septiembre de 1923; perdón, el 9 de julio de 1930, con el siguiente documento, que copio íntegro. Dice así:
"Los que suscriben, delegados de diferentes entidades y "equipiers" que asistieron a la asamblea que especialmente convocó la Real Federación Española de Ajedrez para la aprobación de cuentas y normalización administrativa de la Federación Nacional, sorprendidos desagradablemente por la suspensión inopinada de la referida asamblea sin haberse cumplimentado el orden del día, teniendo en cuenta los graves perjuicios que el ajedrez nacional puede sufrir por la inexplicable actitud del presidente, toda vez que el buen nombre de España se halla ligado al envío de un equipo al torneo internacional de Hamburgo, creen necesario manifestar a la opinión ajedrecista lo siguiente:
1. Que consideran absolutamente factible el envío de un equipo español, compuesto de los señores Golmayo, Marín, Soler, Ribera y Ortueta, equipo que merece la aprobación de la más alta representación del ajedrez nacional al campeón, Sr. Golmayo.
2. Que entienden está del todo resuelta la cuestión económica en cuanto se refiere a los gastos de desplazamiento del referido equipo.
3. Que, por considerarlo fracasado francamente, como se manifestó durante la asamblea referida, entienden en absoluto indispensable para la normal composición del ajedrez español que abandone la dirección del Comité ejecutivo el actual presidente, D. Juan Bertrán.
4. Que se comprometen ante la opinión ajedrecista a resolver los problemas derivados de la asistencia del equipo a Hamburgo y los no menos importantes de normalizar la marcha administrativa de la Federación Nacional y del retorno a la cordialidad entre las Federaciones regionales, soliviantadas por el actual estado de cosas.
5. Que la fórmula que proponen es que el presidente resigne en manos del actual tesorero interino sus poderes, a fin de que en el más breve espacio de tiempo convoque asamblea general con el orden del día que estime conveniente para encauzar a la opinión. Por otra parte, las Federaciones Catalana, Valenciana y Sevillana han saldado sus cuentas con la Española con el expreso mandato de que estos fondos no sean administrados por el citado presidente. Finalmente, que de no aceptarse la fórmula anterior hacemos personalmente responsable al repetido señor D. Juan Bertrán del fracaso del envío a Hamburgo de un equipo español así como de la disolución casi completa que se prevé del hermoso núcleo ajedrecista actualmente constituido en España, y que no puede permitir se lleve al ajedrez español a una vergonzosa bancarrota.
Barcelona, 9 Julio 1930.
- Federación Catalana, E. Llobet, presidente;
- Federación Valenciana, Peña del Puerto, Peña Sociedad Valenciana de Agricultura y Peña Ateneo Mercantil, J. Espinosa.
- Club Ajedrez Madrid, A. Garrigosa,
- Fomento Martinense, Orestes Lloréns,
- Club Raja, P. Soler, Valentín Marín, Ángel Ribera."La contestación del Sr. Bertrán fue la siguiente:
"Barcelona, 10 julio de 1930
Señor D. Orestes Lloréns, tesorero Comité ejecutivo de la R.F.E.D.A.
Presente.
Distinguido señor: Por la presente acuso recibo, y usted lo hace a su vez al que suscribe, que si bien 10 que publica "El Mundo Deportivo", respecto a un documento suscrito por dichos señores, del original no se me hace entrega, usted, no obstante, advera de su existencia en todas sus partes y firmas, y lo da, con su fe, como si en este momento me fuere entregado. Ahora bien: usted, Sr. Lloréns, viene por mi dimisión de presidente de la Federación Nacional, y si así lo hago, el equipo que en dicho documento se menciona no se desplazará.
En primer término he de decir que no tengo inconveniente alguno en presentar mi dimisión, puesto que ya es un hecho cierto la tengo presentada y debía formularse ante la asamblea.
En segundo término, bajo ningún aspecto me hago responsable del resultado y consecuencias que puede traer a la España ajedrecista el desplazamiento de dicho equipo que no responde ni a mi idealidad ni a la gravedad del momento, en que España debe mandar a Hamburgo sus máximos valores, como tampoco se observa en el mismo se hayan seguido las reglas que se derivan del último torneo internacional para el desplazamiento de valores.
Por todo lo que, repito, salvadas toda clase de responsabilidades por el presente y por el porvenir, y ante lo que en el documento se dice, de parte de cuyo contenido protesto, no tengo inconveniente, si ustedes se hacen responsables de todo cuanto pudiera acontecer, de presentar mi dimisión de presidente de la Real Federación Española de Ajedrez.
Suyo afectísimo seguro servidor,
q. e. s. m., Juan Bertrán.Conforme: Orestes Lloréns."
Ahora a ustedes toca juzgar este pleito, dando la razón a quien crean que la tiene. El cronista se reserva prudentemente su opinión sobre este asunto; pero reitera lo manifestado hace días: que él cree que no debíamos ir a Hamburgo con un equipo que no representase la máxima potencialidad del ajedrez español. Pero una vez aceptado -a la fuerza ahorcan- el poder avasallador de los hechos consumados, no saldrá de mi pluma ni un solo concepto que merme la fuerza moral ni aminore los entusiasmos de quienes van a defender los colores nacionales llevados de un patriótico y sincerísimo deseo de regresar triunfantes. ¿Que no lo consiguen? Paciencia. Qué se le va a hacer. Tendrán, por lo menos, la grata e interior satisfacción que proporciona el deber cumplido. Y si en campos profesionales los derrotan y caen luchando como buenos, no les importe. Acuérdense de que "una hermosa muerte honra toda una vida". - C. A.
Parece que estos últimos comentarios del cronista sean buscando la paz. Más adelante el mismo periódico incluía una fórmula -que según parece estaba acordada por la disidencia- para tirar adelante el concurso de España en Hamburgo, en una nota que decía más o menos lo siguiente:
“Como en la asamblea de la Federación Española de Ajedrez, el Presidente, basándose en una supuesta falta de acatamiento a su autoridad por parte de alguno de los reunidos, sin resolver asunto alguno la dio por terminada, las Federaciones madrileña, catalana, valenciana y sevillana han acordado que consideran factible el envío de un equipo español al torneo de Hamburgo; que entienden que está resuelta la cuestión económica en lo que se refiere a los gastos de desplazamiento; que por considerarlo fracasado, es indispensable para el normal desarrollo del ajedrez español que abandone la dirección del Comité ejecutivo el actual presidente, D. Juan Bertrán, comprometiéndose ellas por su parte a normalizar la marcha administrativa de la Federación nacional y a restituir la cordialidad entre las Federaciones regionales.”
Caso de no aceptarse esta fórmula, solicitarán que el presidente resigne en manos del actual tesorero interino sus poderes, haciendo responsable a aquél del fracaso del envío a Hamburgo de un equipo español y de la disolución del núcleo ajedrecista español.
Pero, ¿cuál era realmente el problema que había llevado a la FEDA a esta calle sin salida?
Parece ser que la FEDA tomó acuerdos de forma antirreglamentaria; no tenía legalizada su situación económica, ni aprobadas las cuentas… ni dinero en caja y, además, no hizo las consultas debidas, ni el Comité se hallaba al completo en virtud de dimisiones ocurridas. En la asamblea del día 7 de julio confesó el presidente del Comité ejecutivo que desconocía en absoluto las Bases del torneo. Y conociendo la meticulosa organización de los alemanes en todos los detalles, era de pensar que dichas Bases existían y que si llegaron a tiempo a los Estados Unidos también debieron llegar a España.
Ante tamaña desorganización, la Federación Catalana, principal contribuyente de la Española y en vistas de la disolución del Comité ejecutivo, que solamente constaba ya de dos personas, se negó a satisfacer sus cuotas si no recibía una garantía de celebrar una Asamblea General.
Dicha asamblea se convocó para el 7 de julio de 1930 (tres días antes del designado para la marcha del equipo), sin tener en cuenta la fecha del día 1 propuesta por la Catalana. Una vez metidos en plena asamblea se perdieron dos horas, por culpa del presidente, discutiendo si Murcia tenía o no el derecho a estar representada. Consecuencia: asamblea aplazada para el siguiente día 8, por no existir tiempo material para tratar del estado de cuentas.
En dicho día 8 se intercala en el orden del día el tema del viaje a Hamburgo y cuando definitivamente la asamblea se había pronunciado elocuentemente y casi por unanimidad a favor del desplazamiento y se iba a tratar del tema de las cuentas… se levanta la sesión “sine die”. Empiezan las discusiones después de levantada la asamblea y el Comité, en plena calle y por decisión dictatorial del presidente, acuerda no ir a Hamburgo.
Los “disidentes” creyeron que después de contraído el compromiso formal con la Federación de Hamburgo, no era digno ni honroso para el pabellón español el dejar de asistir al torneo. Previa consulta con Manuel Golmayo parece factible que se desplace el mismo equipo formado por la Nacional, o sea Golmayo, Marín, Soler y Ribera, lamentando la ausencia del doctor Rey Ardid y de Vilardebó. Golmayo indicó la urgencia de incluir un suplente, que casi hiciera de titular, puesto que el retraso del propio Golmayo por asuntos particulares -que únicamente podría jugar algo más de la mitad de las partidas- así lo aconsejaba. Después de diferentes conferencias telefónicas se llegó al acuerdo con el doctor Lafora, tal como hemos visto con anterioridad. Por cierto, Lafora tuvo el honor de vencer al austríaco Josef Lokvenc. Tengo que hacer aquí una observación, puesto que “nuestro” periodista A. C., decía en su crónica que había vencido a Hans Kmoch, jefe del grupo vienés y uno de los favoritos del torneo. Así pues, comprobamos una vez más que quien tiene boca se equivoca y que nadie es perfecto.
Hubo necesidad de convencer a la Federación Catalana para que entregase las 1.200 pesetas prometidas, que fueron satisfechas mediante un compromiso donde se pedía la dimisión del presidente, toda vez que estimaba que había sido objeto de una burla de la Nacional.
En definitiva, a pesar de todas las penurias, España no quedó en último lugar.
Pero el mismo periodista, A. C., decía lo siguiente en el periódico del día 11 de julio:
“…Golmayo, por causas justificadas, que ya expuse, no puede emprender el viaje hasta el 15 o el 16; Rey se encuentra enfermo en Zaragoza, y a Vilardebó no le conceden el permiso que solicita. Se había pensado luego en una formación Golmayo -a medias, pues sólo jugará algunos días-, Marín, Ribera, Almirall, y Ortueta, como suplente; pero Almirall no quiere dejar trabajos profesionales empezados, y Ortueta condiciona su aceptación del puesto a una conferencia telefónica con Bilbao, donde le redaman asuntos particulares urgentes y de gran interés. En suma: una renovación casi completa del equipo y una pérdida tan grande de potencialidad en el mismo, que, se hace preferible, a juicio del cronista, la no asistencia al torneo…”
O sea, que como los teóricos mejores no pueden viajar por los motivos que se indican, es preferible no participar. ¡Viva la deportividad! Y continúa…
“Mediten los organizadores en el fracaso absoluto que nos espera, reproducción exacta -tal vez corregida y aumentada- del desastre olímpico de La Haya; consideren que es el nombre de España el que se pone en juego; recapaciten sobre la responsabilidad máxima que contraen autorizando o disponiendo el envío de un grupo cuya fuerza deja bastante que desear para una lucha con naciones que presentan lo mejor de lo mucho bueno que tienen, y comprenderán fácilmente que vale más quedarse en casa que concurrir con un equipo amputado de los tres mejores maestros españoles…”
Creo que las palabras tan negativas del periodista no merecen ningún tipo de comentario y vienen a demostrar un cierto desprecio a los demás componentes del equipo español. Y más aún, carecen de sentido común cuando las raquíticas arcas de la FEDA carecían del dinero suficiente para sufragar los gastos de desplazamiento y cuando me consta que algunos de los jugadores, como Valentín Marín, tuvo que rascarse su bolsillo para poder acudir a Hamburgo o, como Ribera, que solamente pudo jugar porque su club, el Foment Martinenc…
…realizó una suscripción entre todos sus asociados para que el viaje y la estancia fueran posibles. ¿Cómo puede decirse que es el nombre de España el que se pone en juego, si las autoridades competentes no movieron un solo dedo para solucionar esta cuestión?
Estas fueron, a grandes rasgos, las dificultades que tuvieron que soslayar nuestros representantes. Dificultades y contratiempos que en modo alguno merecían los calificativos y comentarios negativos de algunas personas.
Pero todo esto no era un asunto nuevo. Ya en la anterior olimpíada, celebrada dos años antes en La Haya, la FEDA tuvo serios problemas. Salvador Mollá, el gran jugador murciano, que en 1929 había contribuido como juez en la organización del Torneo Internacional de Barcelona 1929, a quién tuvimos ocasión de conocer a través del artículo sobre el Torneo Nacional de Murcia de 1927, y que entonces ostentaba el cargo de seleccionador nacional, envió un escrito muy extenso -una carta abierta de fecha 27 de agosto de 1928, a la opinión ajedrecista española- al director del diario El Sol, acerca de los comentarios que el mismo periodista A. C., había realizado sobre la actuación del equipo español en dicha olimpíada de La Haya de 1928, y que también parece que iban por los mismos derroteros de los de Hamburgo 1930, y en la que decía más o menos lo siguiente:
“… El CSN, (Comité de Selección Nacional), nombrado en asamblea de la FEDA, en Barcelona, el 26 de septiembre de 1927, aceptó la gran responsabilidad de sus cargos animado del mejor deseo y más estricto espíritu de justicia. Comenzó su gestión organizando en Madrid un torneo de selección preolímpica, y más tarde otros en Murcia y Barcelona, cuyos dos últimos no pudieron jugarse, por causas que no son del caso explicar. Cercana la fecha señalada por la FIDE para la celebración del torneo olímpico de La Haya, el CSN consultó a la FEDA sobre los medios disponibles para desplazar el equipo español a Holanda, obteniendo por respuesta que la situación económica del ajedrez hispano era tan deplorable que había que desistir de la proyectada empresa.
En su consecuencia, el CSN paralizó sus trabajos de organización, dando por descontado nuestro apartamiento definitivo de las Olimpíadas. Esto ocurría por los primeros días del mes de abril último.
No se podía culpar al Comité de la FEDA del fracaso económico; éste desarrolló un celo extraordinario, gestionó reiteradamente, y en tiempo oportuno, la ayuda del Comité Olímpico español, sin resultado, y cuando vio desvanecerse la última esperanza, acudió en súplica al Gobierno solicitando una subvención suficiente que permitiera atender los gastos más precisos de desplazamiento del equipo español a La Haya, también sin resultado positivo.
Así las cosas, el CSN fue oficiado por la FEDA, con fecha 30 de junio, en cuyo oficio manifestaba que el presidente de la FIDE garantizaba el gasto de cuatro "equipiers" en la ciudad de La Haya, cuyos gastos corrían de cuenta de la Federación Neerlandesa de Ajedrez, quedando, por tanto, reducido el problema económico del equipo español a sufragarse los gastos de desplazamiento; pero era el caso que nuestra pobrísima situación económica no nos permitía atender tampoco los gastos de desplazamiento. Como los entusiasmos del presidente de nuestra FEDA no tienen límites, se dio a la tarea bien ardua de allegar fondos a la excursión del equipo, con el siguiente resultado:
Al recabar la ayuda del insigne problemista de fama mundial, D.Valentín Marín, éste ofreció costearse de su cuenta el viaje y estancia, quedando de esta manera libre un puesto del equipo de cuatro, de los que abonaba la F. N., que pasó a ocupar Golmayo; a más sufragó los gastos de viaje de otro "equipier", que recayó en beneficio de nuestro campeón nacional. La Federación Catalana sufragó los gastos del campeón de Cataluña que, al no poder desplazarse, recayó en beneficio del excampeón Luis Cortés; el Club Martinenc, el del subcampeón Àngel Ribera, y la Federación Murciana, junto con el Club Golmayo, pagó el desplazamiento del campeón de Murcia, doctor Aguilera. Yo, por mi parte, me sufragué todos los gastos de mi bolsillo particular, yendo como delegado de España, y a su vez me impuse el sacrificio de incluirme como suplente, por si durante los días que se jugase el torneo había que suplir, por enfermedad u otras causas, a alguno de los titulares del equipo…”
Y Mollá continuaba extendiéndose en sus comentarios.
¿Les suena todo esto con lo acaecido en las convocatorias para Hamburgo 1930?
Y, ¿les parece poco que para participar en Hamburgo, una vez allí, los expedicionarios españoles se encontraron con una nueva sorpresa y tuvieron que pagar a la FIDE una de las cuotas que la FEDA no había liquidado y que Valentín Marín se cuidó de hacerlo y de mostrar el recibo correspondiente a todos los presentes?
¿Cómo se puede rendir en un torneo ante tales adversidades y quién tiene autoridad para cuestionar el rendimiento de los jugadores, si la propia Federación no cumplía con sus obligaciones?
En unos comentarios de Manuel Golmayo para Mundo Deportivo, en una especia de entrevista que le realizó el excelente periodista Ricardo Guinart Cavallé, aquél vino a decir que el equipo español no hizo mal papel. Veamos:
Dice Golmayo:
“No se ha hecho mal papel. El equipo se ha comportado muy bien, y mejor hubiese sido nuestra actuación de habernos podido entrenar con anticipación. Soler ha lucido más porque su técnica puesta continuamente en marcha en virtud de su cargo de director de “Els Escacs a Catalunya”, ha suplido su entrenamiento y ha podido rendir más que los demás, aparte que es un elemento que vale y en franco progreso.
¿…?
Mi partida con Alekhine fue sin duda en la que el campeón mundial encontró más dificultad. O no estaba en la forma de otras veces o fue una partida verdaderamente difícil para él. Así se ven en ella unos cambios de táctica y un deshacer combinaciones que no me lo explico.
Fue la partida de más expectación de Hamburgo.
Lástima que no pudiese acudir en Hamburgo desde la primera ronda, pues sin duda nuestro puesto hubiese ascendido dos o tres lugares. Y no digo nada de si el equipo hubiese ido completo.
En otra ocasión debemos prepararnos. Es hora de que las cosas se tomen en serio. Afortunadamente, el ajedrez dirigente ha experimentado un gran avance. El nuevo Comité Ejecutivo constituido por prestigiosas personas hace prever una nueva era de esplendor para nuestro juego.
¿…?
De todos los españoles el que mejor planteó las partidas fue Marín. Yo quisiera, no más, que él me entregase las partidas después de la décima jugada, por ejemplo.
Tiene una concepción tan amplia de las aperturas y defensas que es algo excepcional su comienzo de juego. No obstante empezó muy bien y hacia el final, sin duda debido al cansancio de tanto juego y tantas rondas, sus resultados no fueron tan brillantes como podía esperarse de él.
A Marín en el extranjero se le quiere mucho. En Hamburgo tuvimos ocasión de apreciarlo. Y a nuestro ajedrez también. En fin todo ha ido muy bien.
¿…?
En el Congreso de la F. 1. D. E. se estableció que el próximo Congreso 1931 se celebrase en Praga, Checoslovaquia; ayudada por Hungría, organizará al mismo tiempo un torneo por equipos.
No obstante, parece seguro que en España se celebrará en 1932 y que no se irá a las Olimpiadas de los Ángeles en virtud de que solicitan en Chicago un torneo por equipos para 1933 con motivo de un aniversario.
Prometemos insistir nuevamente en ediciones sucesivas, porque Golmayo parece estará aún unos días más en Barcelona.“ R. G. C.
Y en otro orden de cosas, Esteve Puig i Puig, en una crónica en el nº 38 de Els Escacs a Catalunya de agosto de 1930, empezaba del modo siguiente:
“¡Ya no hemos quedado los últimos! Las pasadas actuaciones de los equipos españoles enviados a Londres y La Haya, bien que meritorias, por ser las primeras, nos habían dejado siempre en último lugar y, es más, con una significativa diferencia de puntuación con el penúltimo clasificado… y de no haber mediado un hecho “tenebroso” y extraordinario, aún hubiéramos quedado mejor…”
Está claro que Puig se refería, siempre con su tono respetuoso y de alta prudencia, a los efectos nocivos del cese de Bertrán en la presidencia de la FEDA y a los problemas que tuvo España para competir.
Debemos recordar que Manuel Golmayo no pudo incorporarse al torneo hasta la 8ª ronda, acosado por deberes particulares que se lo impidieron. También en la primera y segunda rondas España actuó con un jugador menos por forfait de Lafora, que no pudo reintegrarse al equipo hasta la tercera. Que tanto José Vilardebó como el Dr. Ramón Rey Ardid tampoco pudieron acudir, etc.
Es posible que por todas estas contrariedades, Juan Bertrán, presidente de la FEDA, temeroso de una hecatombe deportiva, hubiera decidido a última hora no enviar el quipo a Hamburgo. Y es aquí donde nacen todos los problemas.
Sucedió que los propios y animosos jugadores, ayudados por los señores Garrigosa y Llorens, entre otros, decidieron todo lo contrario: presentarse.
Para juzgar serenamente la actuación de cada uno de los jugadores deberíamos tener en cuenta, también, otros factores que alteraron su rendimiento. Por ejemplo, Golmayo jugó su primera partida después de cerca de 48 horas en su viaje en tren. Lo mismo le ocurrió a Ribera quién, además, una vez en la estación tomó un taxi. Sin saber alemán, el taxista lo paseó de un lado a otro hasta dejarlo en la embajada de Checoslovaquia. Ribera le había dicho: Chess, chess… y el taxista lo entendió de otra forma. Soler fue quién mejores resultados obtuvo, juntamente con Golmayo y el pobre Marín tuvo que soportar la inclemencia de jugar de primer tablero durante las siete primeras partidas.
Y mientras tanto ocurría todo esto se había celebrado el 17 de julio en Barcelona una nueva asamblea de la FEDA. En ella se confirmó la dimisión de Juan Bertrán Casals y se nombró una nueva junta que quedó establecida del siguiente modo:
Presidente: Valentín Marín i Llovet
Vicepresidente: Dr. Josep Andreu
Secretario: Josep Cabestany
Tesorero: Antonio Garrigosa y Ceniceros
Cuatro personalidades de prestigio que presuponían un espléndido porvenir. Después de conferenciar con Marín, que estaba en Hamburgo, el Comité Ejecutivo de la FEDA tomó diversos acuerdos, desde dar las gracias a Orestes Llorens por su actuación como tesorero interino de la Federación y Presidente de la Asamblea, hasta prescindir de todo tipo de comentarios y críticas personales para poder dedicarse exclusivamente al desarrollo del ajedrez en España. Poner al día el estado de cuentas, la lista de clubs y jugadores afiliados, de sus cuotas federativas e iniciar las gestiones para llevar a buen fin la final del Campeonato de España individual entre Golmayo y el Dr. Rey. Delegar al nuevo presidente Valentín Marín para que, con amplios poderes, asista y represente a España en el 7º congreso de la FIDE, así como sobre otros temas de menor importancia.
Veamos, mientras, como fue la asamblea de la FEDA a través del recorte de prensa de Mundo Deportivo…
Antes de continuar, veamos otra entrevista de Ricardo Guinart Cavallé. Ahora quién opina es Àngel Ribera -tenía 21 años en este torneo-, que calificaba el torneo como UNA ORGANIZACION PERFECTA Y UN RECUERDO EXCELENTE....
Dice el amigo Ribera:
“El Torneo por equipos de Hamburgo o el VII Congreso mundial de ajedrez, ha obtenido un éxito extraordinario. Porque ha conseguido reunir a dieciocho naciones... con un total de setenta y dos maestros y dieciocho suplentes. Porque en el mismo han acudido los valores más destacados del ajedrez mundial y porque la organización ha sobrepasado los límites del mismo éxito, en todos los detalles.
El Torneo en sí trae aparejado un trabajo ímprobo. El tener los tableros dispuestos para las respectivas naciones, los relojes a punto, que la distribución de equipos a cada mesa respectiva sea una cosa realizable sin perder tiempo, y que cada una de estas ostente los nombres de los jugadores que entre sí van a luchar. En fin todo a la maravilla.
Además que una partida perdida por el tiempo, como que hay árbitros que saben su cometido, es este señor que inmediatamente anuncia que la partida está perdida, al jugador correspondiente.
Las partidas aplazadas, comenzadas de nuevo, puntualmente a la hora fijada, con la puesta en marcha del reloj cada uno con su tiempo, y en las varias partidas que quedaban aplazadas es un trabajo que al ser realizado tan ampliamente y sin una falta, tenemos que reconocer una perfecta organización complicada por si, al tener que atender a diez y ocho países con sus respectivos idiomas diferentes.
¿…?
El banquete dado en honor de los participantes al Torneo por el Presidente del Senado de Hamburgo, en un salón riquísimamente adornado, amplio (muchísimo más grande que nuestro Salón de Ciento) iluminado con derroche de luz, servido de una manera espléndida (todos los cubiertos eran de plata) y los manjares extremadamente abundantes, puso un marco al Torneo para hacer resaltar más aquella organización antes aludida.
Y el trato en todos los momentos y en cualquier asunto, fue siempre afable y correctísimo, que dejará vivamente grabados a todos los participantes en general y a nosotros especialmente, porque hay que reconocer que fuimos tratados con una franca simpatía, una amistad sincera y leal la que nos brindaron los organizadores del magno Torneo de Hamburgo.
¿…?
De entre todos los participantes destacó también la simpatía que demostró tener hacia nosotros el honorable ajedrecista inglés Sir Georges Thomas. Una persona finamente educada, riquísima según tengo entendido pero que a pesar de ello nada orgulloso y trata todos con la misma amabilidad. En fin todo un gentleman.
El reverso de la medalla es Alekhine. Serio, bordeando la antipatía. Muy poco amable al menos. Yo adquirí varias fotografías, entre ellas una del campeón del mundo. Un señor que me hacía las veces de intérprete en los casos de apuro, que eran abundantes porque no entendía una sola palabra de alemán, fue el que en tonos amables solicitó en mi nombre que estampara la firma en su retrato para poderla ostentar en la Peña Alekhine de Barcelona. La respuesta fue negativa. En cambio tengo multitud de fotografías de los maestros más destacados concurrentes a Hamburgo, que fueron firmadas sin necesidad de intérpretes. El campeón no está por firmar...
… Estuvo allí Capablanca. Estuvo afectuosísimo con nosotros, invitándonos a los del equipo a tomar un refresco en un Dancing.
¿…?
Allí se habló del encuentro para el título entre Alekhine y el maestro cubano. Según parece, Alekhine no quiere jugarlo en La Habana tal como Capablanca propone, obligado éste porque allí se tiene a disposición de ambos la suma necesaria para el match. Pero Alekhine se niega rotundamente a jugar en Cuba alegando que el clima podría perjudicar sus facultades y en cambio favorecer las de Capablanca.
¿El clima? Si no recordamos mal -decimos nosotros- Chigorín, Blackburne y Steinitz, los grandes maestros del siglo pasado, jugaron en la Habana y vencieron a pesar del clima. Además, en verano, en Nueva York, hace más calor que en invierno en la Habana. Nosotros no hemos residido en La Habana, pero por boca de personas que allí han residido, aseguran que el clima es delicioso. (Estas palabras si no son las mismas, se parecen casi con exactitud a las que oímos de labios del Dr. Carvajal y de don Manuel Golmayo, que creo sabrán eso del clima de la Habana).
Pero preguntamos nosotros: ¿es cuestión de clima el jugar un match para el título?
Hay rivalidades que son atentatorias a las condiciones climatológicas de las ciudades.
En definitiva las impresiones son de que no hay tal match y sí un poco de miedo por ambas partes.”- R. G. C.
Y añadiré que en el banquete de clausura, celebrado con tanto lujo, tal como indicaba Ribera, fue presidido también por Alekhine, la campeona Vera Menchick, que también había vencido en el mundial femenino que se jugó paralelamente a la olimpíada, Sir George Thomas, en representación de Inglaterra, Wolf, de Austria y… Valentín Marín, de España. Con ello los organizadores quisieron demostrar la consideración que gozaba España en el mundo ajedrecístico.
Bien, hablemos ahora un poco del torneo. Para empezar podemos ver las clasificaciones, donde nos daremos cuenta de los resultados individuales entre las diferentes naciones…
Siguen un par de fotografías de dos de los jugadores españoles…
Hamburgo, 15 de julio de1930
Partida Valentín Marín-Heinrich Wagner, de la 3ª ronda
(Foto: D’ací i d’allà)
Y ahora los del equipo ganador…
Polonia, el equipo vencedor
Frydmann, Tartakower, Rotmil, Rubinstein,
Makarczyk, Przepiorka y Wróbel
(Fuente: Butlletí d’Escacs FCd’E)
Los resultados por equipos e individuales de las tres naciones que subieron al podio, fueron los siguientes…
Resultados por equipos e individuales de
las tres naciones que subieron al podio
(Fuente: olimpbase.org/1930/1930ger)
La formidable actuación del equipo de Hungría, clasificado inmediatamente después del de Polonia, -lástima de su tropiezo en la primera ronda contra Polonia al caer por 3½ a ½-, debía repercutir forzosamente en la clasificación individual de sus componentes. Y así ha sido. Havasi no ha perdido ningún encuentro (pero si miráis el pgn adjunto observaréis que jugó 13 de las 14 partidas con las piezas blancas). Es algo formidable quedar imbatido después de un torneo donde han concurrido famosas “estrellas” del firmamento ajedrecístico como Rubinstein, Przepiorka. Tartakower, Marshall, Kashdan, Alekhine, Yates, Thomas, Flohr, Pretrov, Kmoch, Lundin, Stoltz, Sultan Khan, etc. No ha sido una revelación su actuación porque era considerado como un jugador temible. Tampoco no lo ha sido la del joven Flohr, considerado como un candidato al título, ni la del yanki Kashdan, otra esperanza, rival de este último. Otra de las sorpresas sería el holandés Daniel Noteboom, con 11 ½ puntos sobre 15 partidas, venciendo a Salo Flohr. Noteboom había entrado en el último momento en el equipo de Holanda por la enfermedad de Euwe. Dicho joven jugador moriría dos años más tarde, en Londres, de una neumonía fulminante.
El vencedor absoluto por lo que se refiere a la puntuación individual fue Rubinstein (15 de 17), seguido de Flohr (14 y medio de 17) y del estadounidense Kashdan (14 de 17)… luego figurarían Marshall, Lundin y Tartakower.
El equipo de Checoslovaquia
De izquierda a derecha: Dr. Hubert Prochazka –capitán-, Karel
Treybal, Salo Flohr, Amos Pokorny, Josef Rejfir y Ladislav Prokes
(Fuente: olimpbase.org/1930/1930ger)
Y debajo, dos de los titulares del equipo de Checoslovaquia. Podemos ver a Ladislav Prokes, el gran compositor de estudios y que también fue un notable maestro delante del tablero (si hacéis clic en el enlace anterior podréis leer una pequeña historia sobre sus estudios).
Y por lo que se refiere a los 21½ puntos conseguidos por los jugadores españoles fueron los siguientes:
Si miráis en el pgn la partida de Soler de la 3ª ronda contra el alemán Carls, podréis ver que Soler ganaba en una sola jugada. (!)
Y esta era la clasificación antes de jugarse la última ronda. Podemos ver que Hungría iba por delante pero su derrota ante Holanda y la victoria de Polonia sobre Finlandia cambiaron el signo de la victoria. Y también España iba mejor clasificada; solamente un resultado un tanto sorpresivo de Islandia sobre Lituania, por 4 á 0 (!), nos hizo perder un puesto.
Y en el siguiente enlace podréis ver los resultados particulares de los enfrentamientos entre todos los jugadores que intervinieron, ronda por ronda, incluso los que no pudieron disputar algunas de las partidas.
Y en este otro los resultados alcanzados por cada uno de los jugadores participantes.
Debo remarcar lo que decía el Dr. Puig i Puig en su artículo en Els Escacs a Catalunya:
“Dos hechos hemos de consignar fuera de la parte deportiva. El primero la buena acogida moral y material que Hamburgo ha hecho a nuestro equipo. El Hamburger Schachklub celebraba el centenario de su fundación, mientras que nosotros estamos constituidos desde hace ¡cuatro días! Obsequiaron a todos los participantes con una cena y todos los ajedrecistas españoles quedaron satisfechos de las deferencias recibidas y del alojamiento. El segundo, la recepción en Barcelona, con el vermut de honor que se celebró en la Granja Oriente”.
Otras curiosidades de aquellos años
Después de finalizar los comentarios sobre esta Olimpíada, permitidme que incluya aquí un problema de mate en 4 jugadas, compuesto por Josef Halumbirek el mismo año del torneo. No es un problema difícil pero es del todo necesario encontrar la primera jugada.
HALUMBIREK, Josef
B+ (Mate en 4 jugadas)
Dresdner Anzeiger, 1930
1.Df4!!
[1.Dd6? b4 2.Dd7 b5 3.Dd6 b6 4.Dd5 Ra6 5.Da8# ;
1.De4? b4 2.Dd3 b5 3.Dd6 b6 4.Dd5 Ra6 5.Da8# ]
1...Ra6
[1...b4 2.Df1! b5 3.Df6 b6 4.Da1# ]
2.b4 Ra7
3.Df8 Ra6
4.Da8#
Unos meses después de celebrarse la III Olimpíada, el Club Ajedrez Barcelona cambió de sede social y empezó una nueva etapa en su historia.
8 de noviembre de 1930
Inauguración del nuevo local del Club Ajedrez Barcelona
(Foto: Mundo Gráfico)
La fotografía que hemos visto corresponde a una interesante conferencia ofrecida por el presidente de la Asociación de la Prensa Diaria de Barcelona, señor Ignacio de L. Ribera Rovira -de pie-, en el nuevo local del Club de Ajedrez Barcelona, en el Teatro Barcelona de la Rambla de Cataluña, en el acto de la inauguración. A su derecha podemos ver a Antonio Garrigosa Ceniceros. En el centro de la imagen, debajo del cuadro, Valentín Marín. Y frente a él, con bigote, Josep Cabré. Debajo mismo de Cabré, en primer plano, Josep Vilardebó. En el margen derecho, con las manos cruzadas sobre las rodillas, el Dr. Esteve Puig i Puig. Y sentado en el margen izquierdo, con bloc de notas y lápiz en la mano, el periodista y buen jugador de ajedrez Antonio García Castellá.
También se hallaban entre los presentes los presidentes de la FEDA y de la FCd’E, el señor Jaumandreu y el señor Bassols, vicepresidente del club, quién se encargó de abrir la ceremonia con un elocuente discurso en el cual ensalzó la fe de todos los ajedrecistas, pidiéndoles que aunaran esfuerzos para dar solidez a la obra iniciada y ofreciendo el nuevo local a todos los ajedrecistas del mundo. Después parlamentó el Sr. Llobet, presidente de la Federación Catalana de Ajedrez (F.C.d’E), que también instó a los presentes a la necesidad de constituir más Sociedades (Clubs) importantes, para dar más auge al ajedrez. Más tarde hizo uso de la palabra el flamante presidente de la FEDA, Valentín Marín, en los mismos términos que el presidente Llobet, añadiendo que la emancipación lograda por el Club Ajedrez Barcelona era un ejemplo a seguir por la totalidad de los clubs de España.
Cerró el acto el señor Ribera Rovira para dar su anunciada conferencia. El numeroso público, que agradeció las notas de gracia y humorismo y de alta moral, le siguió encantado durante la hora que estuvo en el uso de la palabra.
Y fue precisamente en este nuevo local del Club Ajedrez Barcelona donde, al poco tiempo, se celebraría la final del Campeonato de España entre Manuel Golmayo, que lo ostentaba oficiosamente desde 1902, y el candidato, el Dr. Ramón Rey Ardid quién, precisamente, fue el gran ausente en el equipo español en Hamburgo. En la primera de las fotos vemos al nuevo campeón, a un joven Dr. Rey, ¡sin gafas!
Barcelona 1930
Dr. Ramón Rey Ardid y Manuel Golmayo
(El primero de la izquierda, sentado, el Dr. Esteve Puig i Puig.
Más a la derecha, con el periódico, Rafael Doménech)
(Foto: Archivo)
La siguiente imagen pertenece al mismo local del Barcelona. El domingo, 18 de diciembre de 1932, pasó a la Historia del Ajedrez español, y particularmente del ajedrez catalán, cuando el presidente del Club Ajedrez Barcelona, Àngel Molero, después de un breve discurso de salutación, invitó a Valentín Marín a que abriera el torneo haciendo la jugada de honor, que ejecutó en el tablero donde se hallaba la señorita Nacher. Todo ello ante la atenta mirada del árbitro del torneo, el Dr. Esteve Puig i Puig.
De esta forma se iniciaba un nuevo torneo en el mismo local que había servido para jugar el campeonato de España entre Golmayo y el Dr. Rey Ardid. Era el I Campeonato Femenino del Club Ajedrez Barcelona, de 1932, que ya vimos con anterioridad en este artículo, y espero que una nueva foto no haga daño a la vista. En el fondo de la imagen (izquierda), podemos ver al Dr. Esteve Puig i Puig, a su lado Àngel Molero, presidente del Club Ajedrez Barcelona, y más a su izquierda a Valentín Marín, atentos todos a un acto que fue el primero de esta clase que se disputaba en España.
Barcelona 18 de diciembre de 1930
I Torneo Femenino de Ajedrez
De izquierda a derecha y por orden de tableros
En primer término: Montserrat Puigcercós-Herminia Santasusagna;
Manolita Nacher-Mª Lluisa Zengotita; Sofía Ruiz-Teresa Gosé
Tableros del fondo: Winnie Ortega-Elisabeth Fischer;
Assumpció Ferrer-Teresa Perpinyà
(Foto: Archivo)
Y esta fue la clasificación final…
Y esta la campeona…
Tanto una gran mayoría de las partidas de Hamburgo 1930, como las del match Golmayo-Rey y algunas del I Torneo Femenino de Barcelona-1932, así como el problema de Halumbirek, los podréis ver en el pgn que se adjunta.
Y esto es todo. En el transcurso del artículo hemos visto por encima algunas de las miserias que tuvieron que soportar aquellos nobles jugadores aficionados para poder alcanzar su pequeña gloria: jugar una Olimpíada. A pesar de muchas de las críticas adversas que recibieron tanto la FEDA como los que seleccionaron a los jugadores, creo que este fue un primer paso importante para el desarrollo del ajedrez en España y el cauce adecuado para una mejora substancial en las relaciones de todos los ajedrecistas.
Joaquim Travesset
13 de Agosto de 2015
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