El pasado 5 de diciembre falleció David Bronstein a los 82 años de edad por causa de un ataque de apoplejía. Bronstein fue una de las más destacadas personalidades del ajedrez del siglo XX.
A finales de los años cuarenta, el joven Bronstein estaba considerado como el mejor jugador del mundo. En 1951, en el duelo con Botvinnik por el Campeonato del Mundo, iba ganando cuando faltaba poco para terminar y fue entonces cuando perdió la famosa partida de ajedrez número 23, que después daría lugar a rumores y sospechas sobre conspiraciones. De hecho, Bobby Fischer tras perder una partida en 1960 contra Boris Spassky tenía los ojos llorosos y Bronstein le dijo: "Oye, ellos me forzaron a perder un encuentro entero contra Botvinnik y no lloré".
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